Para los que destacan el valor de las cifras y la estadística no solo aplicadas a la actividad deportiva, el fenómeno de Telefónica de Argentina, en su capítulo posterior a los 125 días de huelga (más una jornada destinada a la asamblea que aceptó el ofrecimiento de aumento del Gobierno Nacional), se constituye con datos, variantes y segmentos propios de la ciencia ficción.
En primer lugar porque citando el caso de Quilmes, los representantes sindicales de FOETRA, poco dispuestos a prestarse al diálogo con medios a la vista de usuarios en las cercanías de la oficina comercial que la concesionaria posee en el Paseo Rivadavia, han sostenido públicamente su postura en relación a poner al día los reclamos que registró el número 114 (reparación de conexiones, instalaciones de postes, cajas exteriores y otros elementos) que colapsaron la alternativa de atención.
Esto significó que los gremialistas consideraran en diálogo con CableVisión Sur la posibilidad de "disponer de horas extras para solucionar todos los inconvenientes".
A la nómina de danmificados por ese colapso previsible, usuarios que ya cumplieron -no festejaron claro está- 60, 45 y 30 días sin servicio telefónico, se suman los abonados a la promocionada marca de Internet Speedy, incluso con su promoción por algunos meses que propone el uso ilimitado de pulsos para llamadas telefónicas locales, que no solo no pueden aprovechar esa gentil alternativa de venta: carecen de tono en su línea.
En rigor de alternativas de reclamo las entidades defensoras de usuarios y consumidores recomiendan algo más que paciencia (ya se ha publicado que las quejas vía carta documento ingresan en el arcón de los recuerdos de la firma) ya que la Comisión Nacional de Comunicaciones no suele llamar la atención a Telefónica -facultad que le es propia- como debería en defensa de todos aquellos que pagan por el servicio.
Para citar ejemplos cercanos, varios usuarios bernalenses entre ellos clientes comerciales (la firma Flambo, gastronómica ubicada en la estación del ferrocarril) dejó de contar con su servicio de telefonía desde hace semanas, con el consiguiente perjuicio comercial y sobre la avenida Lebensohn en el corazón de Barrio Parque, hay clientes que intentan unificar un pedido de reparación para agilizar un inconveniente que los perjudica desde hace semanas.
Telefónica, mientras tanto, no ofrece explicación alguna a sus clientes, al decir de uno de los operadores del 114 "por una cuestión que busca evitar el deterioro de imagen…".
Diario EL SOL